Una chica llamada Sumi se encuentra en la situación de tener que convivir con sus nuevos hermanos después de que su madre haya decidido volver a casarse. Sin embargo, lo que Sumi esperaba que fuese una mejora en su vida diaria (¿a quién no le gustaría vivir con tres chicos simpatiquísimos y superguapos?)
¡Se convierte en una batalla regida por la ley de la selva por ver con quién se quedará Sumi mientras las cosas en casa se salen de madre cada vez más!
Aoi es una chica muy pero que muy, muy, muy débil que un día está a punto de ser presa de unos pervertidos. Pero, de pronto, el chico más macarra y temido del instituto aparece en escena cubierto de sangre de sus víctimas... ¡lo que, obviamente, hace que Aoi quede a salvo!
O casi. Porque si desmayarse de la impresión no fuese suficiente, Aoi se encuentra con que está siendo objeto de numerosos rumores sobre todo lo ocurrido.
Sachika se esfuerza por sacar a la luz la parte mala que está convencida que Mitsuki -el típico chico bishonen que esperarías encontrarte-, tiene... ¡porque no se puede ser tan horriblemente perfecto!
Después de que Asahino se dé de bruces contra Kira, ¡resulta que, de repente, pueden escuchar lo que el otro piensa! ¿Cómo podrán solucionar este embrollo?